Cavitación
Cavitación
¿Qué es la Cavitación?
La Cavitación es un tratamiento de lipoescultura relativamente nuevo, que no requiere intervención quirúrgica, ni hospitalización. Este procedimiento está especialmente indicado para reducir la grasa localizada cuando esta no desaparece mediante la dieta o el ejercicio. La técnica implica el uso de ondas ultrasónicas que se aplican sobre la zona donde se concentra la grasa para disolver las células adiposas desde su interior. La función de estas ondas es desprender las conexiones de las células de grasa que luego se liberan a través del sistema linfático. La Cavitación también se utiliza para eliminar la celulitis y devolver el aspecto natural a la piel de las zonas tratadas, al tiempo que mejora la circulación, elimina toxinas y aumenta el tono y la elasticidad de los tejidos.
¿Quiénes pueden practicarse el procedimiento?
Los pacientes que deseen realizarse la Cavitación deben presentarse a un examen médico previo, ya que esta técnica está contraindicada en personas con marcapasos u otros dispositivos electrónicos implantados, que tengan prótesis o que padezcan: hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia, insuficiencia renal, insuficiencia hepática, cáncer, enfermedades autoinmunes u otras enfermedades graves, sobre todo del tejido conectivo. Tampoco podrán realizarse este tratamiento: embarazadas, madres en periodo de lactancia, ni pacientes con sobrepeso.
¿Qué resultados puedo esperar del procedimiento?
Al producir el calentamiento de la piel, la Cavitación aumenta la formación de nuevo colágeno con lo que mejora la flacidez y la tensión de la piel en la zona tratada. Esta técnica es efectiva en todas las partes del cuerpo donde existan depósitos de grasa localizada. Las piernas, el abdomen y los glúteos son los sitios más apropiados, pero no hay limitaciones en relación con otras áreas del cuerpo. La duración de los resultados es variable, depende del estilo de vida de las personas, si realizan actividad física, dieta equilibrada, etc.
Técnica y protocolo
El sistema de la Cavitación consiste en la utilización de ultrasonidos de baja intensidad para romper la grasa y que sea eliminada de forma permanente. La Cavitación se aplica en sesiones que, por regla general, suelen durar entre 30 y 60 minutos y cuyo número se determinará dependiendo de la zona a tratar. Lo recomendable es seguir el tratamiento durante un promedio de entre 8 y 12 sesiones, separadas entre si por un mínimo de 7 a 10 días.
Los resultados comenzarán a observarse pasadas 72 horas del primer tratamiento, pues es cuando la grasa comienza a ser desechada. Al ser una técnica no invasiva, el paciente puede volver a las tareas cotidianas después de cada sesión.
Recuperación
La Cavitación no requiere de cuidados excesivos durante la recuperación, pero sí es importante que después de cada sesión el paciente recurra a técnicas de drenaje (masaje o presoterapia) para facilitar la eliminación de las células grasas y evitar que se reabsorban denuevo. También, con el fin de eliminar grasa y toxinas, antes y después de cada sesión se debe beber 1,5 litros de agua a lo que se suma seguir una dieta baja en calorías desde días antes de iniciar el tratamiento y la práctica continuada de ejercicio que ayudará a mantener los resultados de las sesiones.
¿Quién lo realiza?
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